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lunes, 7 de octubre de 2013

UN JOVEN MARTIR Y COLOMBIANO

Queridos hermanos y hermanas

En este año de la fe y en el mes misionero serán beatificados un grupo de claretianos en la ciudad de Tarragona ( España). Como misioneros Claretianos presentes hace 96 años en la ciudad de Pereira le compartimos la alegria del martirio del joven JESUS ANIBAL GÓMEZ, nacido en la ciudad de Tarso Antioquia. Les compartimos algunos datos de este gesto martirial.

“Los Mártires de Fernán Caballero (España) son un grupo de catorce jóvenes seminaristas en vísperas de ser ordenados sacerdotes, cuyas edades oscilaban entre los 20 y 26 años, y el  Hno Felipe González (47 años). En la Causa de Beatificación les acompaña el P. José Mª Ruiz Cano (29 años). El P. José Mª Ruiz es el único sacerdote en esta Causa, Tomás Cordero era el seminarista de mayor edad, y Jesús Aníbal Gómez era colombiano que, a pesar de exponer ante los milicianos su condición de extranjero, fue fusilado sin consideración alguna.
La atmósfera de violencia contra los moradores del Seminario Claretiano de Zafra comenzó apenas acabadas las elecciones de fe¬brero de 1936. A finales de abril el Padre Provincial ordenó abandonar la casa y marchar a Ciudad Real.
Jesús Aníbal Gómez, colombiano, escribía así a los suyos: "No tenemos huerta, y para el baño nos las arreglamos de cualquier modo... De paseo no hemos salido ni una sola vez desde que llegamos: de hecho guardamos clausura estrictamente papal; así nos lo exigen las circunstancias. Por lo dicho, pueden ver que no estamos en Jauja y que algo tenemos que ofrecer al Señor".
Se respiraba ambiente de martirio, y pronto se vieron sorprendidos por el asalto a la casa… Las cosas fueron empeorando en aquella cárcel en que se había convertido la propia casa. Todos estábamos preparados para la muerte, que la veíamos muy cerca... Se sufrían las vejaciones y las privaciones con resignación y mansedumbre y conmiseración para con los perseguidores." Intentando salir de aquel lugar de suplicio, el P. Superior pudo lograr salvoconductos para ir todos a Madrid o adonde les conviniera.
Fueron a la estación de Ciudad Real en varios coches y acompañados por milicianos. Al llegar se armó un gran alboroto y se oyeron voces de: "¡A matarlos. Que son frailes. No les dejéis subir. Matadlos!" El tren pudo arrancar sin mayores sobresaltos, pero las amenazas se cumplieron a 20 Km de la capital, en la Estación de Fernán Caballero.
Un viajero del mismo tren cuenta así lo que vio: "Ordenaron a los frailes que bajasen, que habían llegado a su sitio. Unos bajaron voluntariamente diciendo: Sea lo que Dios quiera, moriremos por Cristo y por España. Otros se resistían, pero con las culatas de los fusiles les obligaron a bajar. Los milicianos se pusieron junto al tren y los frailes frente a ellos de cara. Algunos de los frailes extendieron los brazos, gritando ¡Viva Cristo Rey y Viva España! Otros se tapaban la cara. Otros agacharon la cabeza. Uno que era muy bajito daba ánimos a todos. Empezaron las descargas y todos los frailes cayeron al suelo… Al incorporarse, algunos con las manos extendidas gritaban ¡Viva Cristo Rey!; volvieron  a dispararles y cayeron." S.S. Benedicto XVI firmó el 1 de julio de 2010 el decreto con el cual se reconoce el martirio de este grupo de mártires.
Les estamos haciendo llegar un afiche para divulgar este acontecimiento. También le compartimos un separador con la oración de los mártires.
Gracias por su bondad y que el Señor les multiplique el don de la fe, la alegría y la esperanza.
P. Alfredo Plaza Mora, cmf



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